Una sociedad mejor informada para fortalecer la democracia

Para asegurar unas elecciones democráticas, entre otros derechos es fundamental garantizar la libertad de expresión y el acceso a una información relevante, oportuna e inclusiva. Pero ¿qué ocurre cuando la desinformación, o lo que Naciones Unidas ha calificado como infodemia amenaza a los derechos humanos, la democracia y sus valores de pluralidad, participación y cultura de paz?

Esta preocupación ha sido manifestada también por los gobiernos, la academia, la sociedad civil y profesionales de la comunicación, quienes señalan que las consecuencias de la desinformación y las noticias falsas ponen incluso en peligro las bases de la democracia y la paz social.

En este contexto y dado el intenso calendario de elecciones generales en América Latina y el Caribe, el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Contencioso Electoral del Ecuador (TCE), con apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y el financiamiento de la Unión Europea, la Cooperación Española y la Embajada de Suiza, organizó recientemente en Quito el encuentro internacional ‘El Impacto de la pandemia y las noticias falsas en los Procesos Electorales’.

Organismos electorales de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, México, Panamá y República Dominicana participaron en este espacio y junto a organizaciones como como ONU Mujeres, el Instituto Nacional Demócrata (NDI), que también apoyaron en la organización, universidades, periodistas y representantes de entidades públicas y privadas, analizaron y reflexionaron sobre cómo promover, articular y mejorar procesos y herramientas de comunicación para fortalecer la democracia, la alfabetización digital, la verificación de datos y el intercambio de experiencias y aprendizajes sobre estas temáticas.

Como compromiso de los organismos electorales y culmen del evento, se firmó la ‘Declaración para combatir la desinformación en procesos electorales’, la cual responde al Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que defiende la libertad de expresión e incluye el derecho al acceso a la información; y también al Objetivo de Desarrollo Sostenible 16, que busca promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas.

Entre las principales propuestas presentadas y recogidas en la Declaración, se destaca la necesidad de aprovechar adecuadamente el uso de las nuevas tecnologías en los procesos electorales para informar a la ciudadanía y garantizar la transparencia y eficacia; construir políticas públicas de comunicación en el contexto electoral, para promover una ciudadanía preparada ante la desinformación y especulación; reconocer la presencia latente de la violencia política de género, como un fenómeno que afecta gravemente a las mujeres que ocupan cargos públicos y posiciones de poder, y también la vulneración de los derechos de participación de representantes de distintos grupos vulnerables; y finalmente, articular en  conjunto, y bajo un ejercicio ético y responsable, la verificación de los hechos antes de su difusión, y una educación integral a la ciudadanía, impulsando la toma de decisiones informadas en los procesos electorales.

Por otro lado,  entre las conclusiones del evento se enfatizó que, a pesar de la aceleración digital y los avances en accesibilidad, la brecha digital aún deja atrás a millones de personas, por lo que también se debe trabajar con medios de comunicación tradicionales y de uso común para estos colectivos.

Asimismo, se reivindicó la importancia del rol de los periodistas, ya que ante la paradoja de la sobreabundancia de información que no favorece la comunicación, las sociedades democráticas necesitan de la labor de estos profesionales.

Finalmente, se subrayó que la desconfianza en las instituciones, y la desigualdad generan malestar en la población y no permiten, junto a otros factores, una gobernabilidad efectiva, de modo que instituciones como los organismos electorales se pueden ver debilitadas en el ejercicio de sus competencias.

Si bien y cabalmente los esfuerzos de los países se están concentrado en hacer llegar la vacuna contra el COVID-19 a la ciudadanía, para protegerla frente a esta enfermedad, es imprescindible también que sea inoculada la vacuna contra la desinformación, la discriminación, el odio y la xenofobia que también atentan contra la vida, las oportunidades y el bienestar de muchas personas.

Área de Comunicación – PNUD Ecuador

Enlaces:

Conferencias: https://www.youtube.com/c/2012cne/videos

Declaración: https://www.youtube.com/watch?v=Z5jFFTWOllE&t=393s

ec.undp.org

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